Viento inmaculado soplas en mi nuca desarrollando la vena de la locura,
Penetrando en la sin razón, apretando las ganas, ya sin sentido ya sin cura,
Un aliento contenido en los labios que imagino, rojo sangre.
Los ojos perdidos en la distancia y en la arrogancia lejana,
Sopla el viento en mi cara, atreves de la ventana,
Sus manos sumiéndose en el interior de mi pensamiento.
Gimiendo en la noche o en el día, en la lejanía de un atardecer de soledad,
Un instante de fuego en la sangre, un momento de sentidos,
Tendré sus pensamientos, y voy a hacer de ellos uno mío.
Hablare el idioma del viento y lo hare mío poseyendo su alma y corazón,
Cambiare mi razón por un momento y sonara mi voz diferente, no clara pero cruda .
Sus manos sumiéndose en el interior de mi pensamiento.
Entonces quizá tendré miedo de mi misma, pero voy a alimentar mi propia hambre,
Con rimas vacías de tiempo, de espacio de distancia, en el lugar lejano
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