y un ave maría al corazón,
un arete perdido en un viaje de raíz.
capturaste unos días en silencio,
volviste a la cobardía,
y de nuevo el miedo gano.
las diferencias son claras,
ahora me gana la razón,
me quedo pa' ver el hilo rojo, roto.
guardo tus besos en el cansancio,
del día a día que pronto siguió,
húndete en la nada.
camina solo con tu ego,
con tu dolor,
yo seguiré labrando al sol.
con fuerza celestial,
quizá vuelva donde nací,
nadie aquí te necesita.
Volví a pa' reírme de tu amor,
y con la copa a brindar,
a llorar por tu alma que se pudre.
olvidándome de ti,
reconociéndome,
emergiendo con fuerza celestial.
Rebeca Fregoso
